¡Felices los servidores a quien el señor encuentra velando
a su llegada! Les aseguro que el mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirles (Lc 12, 37).
El día sábado 24 de abril, en la Parroquia asuncionista Emperatriz de América, nuestro hermano Irvin Santiago Martínez fue ordenado diacono. ¿Quién es Irvin? Cabe mencionar que es originario del Estado de México. Inició su formación en el año 2010, en esos años realiza sus estudios en filosofía.
En el 2014, inicia su noviciado en Filipinas e hizo su primera profesión religiosa el 14 de junio de 2015. Sus estudios en Teología los realiza en Argentina de 2016 a 2020, siendo parte de la comunidad del Teologado Internacional Asuncionista. Después de sus estudios, regresa a México.
La celebración fue presidida por Mons. Carlos Enrique Samaniego López, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de México. Con todas las medidas sanitarias, pudieron estar presentes hermanos de las otras comunidades y la familia de Irvin, quienes manifestaron su alegría al acompañar a nuestro hermano en este momento especial.
Antes de la homilía, el padre Flavio Bustos Castillo, Superior Regional de México, presentó al hermano Irvin para la elección a la ordenación diaconal. Durante su homilía, Mons. Carlos nos explicó el ser y el quehacer del diacono, ministro y servidor de Dios.
Hablando del ser del diacono, Mons. Carlos nos dijo que este está llamado a ser una imagen viva, real, transparente de “Cristo servidor”, de Cristo siervo, de Cristo esclavo, de Cristo diacono”. Para ello, el diacono ha de despojarse de todo aquello que no deja aparecer en su persona, la imagen de Cristo diacono.
En cuanto al quehacer del diacono, Mons. Carlos nos explicó que el obrar sigue al ser, está unido. Por consiguiente, se espera del diacono que viva en constante actitud de servicio. Que todo su comportamiento, la orientación de toda su vida sea el servicio. A través del diacono, vemos cómo “Jesús ha querido prolongar su obra salvífica a través del servicio permanente que se realiza por sus discípulos, a lo largo de todos los tiempos, en la Iglesia”.
Luego exhortó a Irvin a ser una imagen viva de Cristo servidor, mostrando actitudes de servicio en signos concretos. La celebración dio continuidad con el rito propio de la ordenación del nuevo diacono, con la imposición de manos y la plegaria de ordenación
Al final de la misa Irvin dio su más sincero agradecimiento a Dios, a su familia biológica y religiosa, así como a todos los que han sido parte de este caminar formativo. Por último, pidió a todos oraciones para las vocaciones, ya que necesitamos gente que siga al Señor con profundo amor y fe, en medio de esta sociedad que está necesitada de testigos genuinos y coherentes de vida cristiana.
Demos gracias a Dios por el ministerio del diacono Irvin, para que, con entrega y pasión, su vida esté al servicio de la Iglesia. Y oremos por las vocaciones en la Asunción para que mas jóvenes se sumen al proyecto de extender el Reino de Dios.
José Alberto Mejía Peña, a.a.
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