!Acción de gracias con el padre Sébastien Bangandu Mwanza, a.a.!

Cada momento de nuestra vida forma parte importante de nuestra historia personal, pero también participa en la historia de aquellos que se involucran en esos momentos y es lo que permite que cada día crezcamos y adquiramos nuevas y diferentes experiencias.

En este año y a la fecha, hemos vivido en la comunidad de San Andrés Totoltepec en Tlalpan, Ciudad de México muchas actividades de suma importancia y relevancia para la vida pastoral de nuestra parroquia.

Sin embargo, en esta ocasión, quisiera expresar el gozo que nos otorga Dios de poder reconocer brevemente dos eventos compartidos de P. Sébastien Bangandu Mwanza a.a., en nuestro pueblo, quien además de celebrar 20 años de ordenación sacerdotal, también celebra 30 años de vida religiosa dentro de la Congregación de los Agustinos de la Asunción.

Su trayectoria se ha destacado por su participación misionera y pastoral en diferentes países y regiones de nuestro amado México; así como el acompañamiento a diferentes ministerios parroquiales en su formación específica.

Así es, el pasado 26 de julio en el año de nuestro Señor 2025, celebramos comunitariamente sus primeros 20 años de ordenación sacerdotal; iniciamos con una celebración solemne a las 5 de la tarde. Fue muy hermoso ver a los diferentes participantes llegar con mucho gozo y alegría, siempre dispuestos a la ayuda y servicio.

Llenos de emoción escuchamos muy atentos las palabras que nos compartió durante la

celebración y aunque nos hizo pasar por un gran susto, cuando menciono que eran 25 años de ordenación, ¡¡todos estábamos confundidos porque el pastel decía 20 años y en unos días pasamos a 25 años!!  Pero fue solo un momento de nerviosismo y una vez aclarado, continuamos con la celebración.

Después entre abrazos, vivas y porras llego el momento de convivir en comunidad y amenizado con música de mariachi compartimos el pan y deliciosos postres. Que Dios derrame siempre su bendición en todos los que participaron directa e indirectamente en dicha celebración.

Unos días después, 28 de agosto en el año de nuestro Señor 2025, día de la celebración de San Agustin, se cumplieron los primeros 30 años de vida religiosa, conocer los detalles de su formación y la bendición que Dios derramo en su familia con su llamado, nos invita a agradecer a Dios y a sus padres su preparación y el regalo que hacen al mundo con un hijo ordenado.

Sin embargo, esta celebración llego acompañada de una noticia revestida de tristeza y alegría; tristeza por saber que había llegado el anuncio para trasladarse a otra comunidad, por lo que nuestra humanidad se hace sentir, ya que nos apegamos a la enseñanza, al acompañamiento, a la orientación, a la calidez, a la corrección fraterna, a la amistad, al escuchar al pastor, entre otras virtudes.

Sin embargo, el Espíritu actúa en el consuelo y da alegría porque se sigue cumpliendo el ministerio al cual fue ordenado, la misión de ir y anunciar el Evangelio por todo el mundo y a toda creatura, por lo que ahora seremos más los afortunados de su espiritualidad, de su conocimiento y de compartir su persona.

Y para superar un poquito la nostalgia y quedarnos en el tenor de la alegría y la vida comunitaria ¡celebramos los frutos del Espíritu que se manifiestan en la vida del P. Sébastien! por lo que después de elevar nuestra oración a Dios en laudes y después de misa de 8:30, el pasado 28 de agosto en el año de nuestro Señor 2025, el ministerio de liturgia, en una pequeña reunión espontanea con los asistentes a la celebración eucarística, compartió el pan y en un ambiente festivo y alegre, hicimos memoria de sus primeros 30 años de vida religiosa y se amplió a una breve despedida y agradecimiento por la labor realizada en nuestra comunidad parroquial y en nuestras pastorales.

Así como el día comienza y avanza hasta llegar el ocaso, así también la presencia de nuestros pastores en una comunidad llega a su término, pero no a su fin, ya que nos une el amor a Cristo y bajo la protección de María Santísima, estamos congregados.

Gracias a Dios por la vida del P. Sébastien, por su trabajo y apostolado, así también a la Congregación de los Agustinos de la Asunción y a cada uno de los hermanos que lo han integrado. ¡Venga Tu Reino!

Por Isabel Díaz Camacho 

Miembro de la pastoral litúrgica parroquial