La misión de verano del 31 de julio al 7 de agosto de 2022 fue realizada por un grupo de personas guiadas por su fe para compartir su esencia única con los habitantes de la Mohonera y Topiltepec, comunidades situadas en el municipio de Chilapa-Guerrero. El tema de la misión fue ‘Descubrir el tesoro que llevo dentro’.
Afortunados, los habitantes de estas comunidades marcaron con su alegria y esperanza la vida de este grupo de misioneros, los cuales alegres y felices regresaron a casa sabiendo que lograron sus metas con el apoyo de Dios.
En esta misión, nuestro principal objetivo era que todos, tanto los misioneros como los habitantes de cada comunidad reconocieran en sí mismos la dignidad que Dios ha concedido a cada ser humano.
Hay que recalcar que todo fue logrado gracias a la dedicacion y disposicion de cada misionero, al igual que del padre Joseph Mahamba. Todos se dedicaron, días antes y durante la mision, a preparar, organizar, reflexionar y descubrirse a si mismos antes de ir a compartir con los habitantes de cada comunidad.
En esta misión hubo cuatro misioneros por cada barrio en los cuales nos fue posible compartir diversos temas y experiencias con los habitantes de las comunidades.
Con cada persona tuvimos diversas experiencias gracias a la notable participación de la gente que por su parte compartía más experiencias con los misioneros: los niños con su imaginación, los jóvenes con sus experiencias y los adultos con sus historias de vida, para compartir en los momentos y espacios previstos.
Finalmente, tuvimos que despedirnos, después de esta experiencia maravillosa. Y como ya saben, las despedidas nunca son bonitas y mucho menos cuando se trata de despedirse de una comunidad tan hermosa.
Por ello para finalizar esta misión, se realizó un retiro juvenil en el cual nos reunimos más de 140 jóvenes de todos los barrios para orar, reflexionar, bailar, jugar y disfrutar en compañía de todos los presentes. El tema del retiro fue 'Christus vivit', la Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco, dirigida a los jóvenes y a todo el pueblo de Dios.
Por su parte, los misioneros se encontraban alegres por todo lo logrado, pero a la vez un poco tristes porque ese era su penúltimo día en tal lugar tan maravillosos que Dios les dio la oportunidad de descubrir en su camino. Este momento se marca con la generosidad de las personas. De veras Dios es amor. Dios vive en la caridad.
Agradesco a Dios, a las comunidades, a cada miembro del equipo misionero, al padre Joseph. Dios bendiga a las comunidades con sus habitantes. Dios nos bendiga a todos!
Miranda Camacho Iliana
Testimonios de algunos misioneros
Me tocó misionar en la comunidad del Rosario. Para mí fue un reto completamente diferente, pues me tocó ser coordinadora de mi equipo. Cabe mencionar que yo era la más joven del equipo.
Sin embargo, me sorprendió cómo los adultos no solo los de mi equipo sino también los de la comunidad me escuchaban y se dirigían a mi para que yo los organizara. Eso hizo que yo adquiriera más confianza en mi y me di cuenta de que soy capaz de hacer todo lo que me proponga con ayuda de Dios.
En general la comunidad del Rosario fue muy cálida, cooperativa con los misioneros. Cómo siempre me quedo con el corazón agradecido por esta experiencia tan maravillosa. Mi agradecimiento se extiende a nuestro párroco Joseph Mumbere y a toda la comunidad del Rosario, al padre Antonio Román Bahena y al padre Arturo Cornejo.
Sayra Selina Reyes Morales
Mi experiencia en Guerrero fue maravillosa. Me gusta ir a ese lugar donde te esperan con ansia, amor y con los brazos abiertos. De verdad, no tiene precio conocer diferentes personas, diferentes pensamientos, diferentes sufrimientos, alegrías y tristezas. Es algo que me llena más de Dios.
Creo que experiencias como esa no se viven a cada rato. La verdad, me vine llena de Dios que está presente en cada uno de las personas que encontré y en mi corazón. Me gustó saber que tienen hambre de conocer a Dios, de saber más. Me dio la impresión de que quieren que se preocupe uno por ellos.
Simplemente fue maravilloso haber ido a Guerrero. No hay nada malo que decir. Hay cosas que me quedé con ganas de haber sabido más para haberles podido compartir más. Pero todo fue maravilloso y enriquecedor, de manera que me nutrió mucho. Espiritualmente, aprendí a amar más a Dios y a mis hermanos.
Por lo general, la misión iba dirigida más a los jóvenes. Pero los papas respondieron de una manera muy bonita y muy agradable. Así que yo me quedo con eso que finalmente los que educan a los muchachos son los papás, los adultos. Me quedé muy conforme con que los papás hallan ido.
Esther Olivares
Para mí, una misión tiene tres características principales, y que podrían resumir mi experiencia:
Servicio: Me siento invitada a trasmitir lo que Dios tan generosamente me ha permitido vivir. Servirle en esta misión fue una experiencia bellísima, donde conocí a otras personas con una realidad diferente a la mía, sin embargo, la fe es lo que nos hace hermanos, me sentí bendecida por poder ser su mensajera.
Encuentro: Cada persona que conocí en esta misión me enriqueció de manera extraordinaria, su fe, la forma de ver la vida, sus sufrimientos, sus esperanzas, sus habilidades para crear cosas. El encuentro con otras personas me hace más humana, creo que esto es lo que necesitaba, salir de mi burbuja, de mi zona de confort.
Gratitud: Las experiencias vividas con el grupo de misioneros, y con los habitantes de las comunidades que visitamos, me recordaron que Dios está en medio de nosotros, y hace su obra en mí, y a través de mí, o frente a mí. Solo me queda decir gracias Dios por esta oportunidad.
Graciela Bernal Cortés
Mi experiencia en esta misión, fue una de las mejores experiencias de mi vida. Nuevamente me tocó en la misma comunidad "La Mohonera" y en verdad, aprendí muchísimo de los niños, de los jóvenes y de los adultos. Aprendí a afrontar mis miedos, y gracias a ellos todo fue más fácil. Estoy completamente agradecida con esa comunidad que nos recibió y nos trató de la mejor manera.
Barrientos Copado Evelyn
La comunidad donde participó en la misión fue en el barrio de Dulce Nombre en Topiltepec-Guerrero. Es una comunidad donde un gran número de varones emigran a los Estados Unidos. Hombres y mujeres se casan a una edad muy temprana. El nivel económico es bajo.
La mayoría de personas tienen gran apertura en lo relacionado a la fe. La presencia de los misioneros es muy valorada por la comunidad, en espacial las familias donde hay enfermos. Hay una gran necesidad de ser escuchados y tomados en cuenta.
Aunque no conozcan mucho de la Palabra de Dios, acudan de forma personal o en familias a hacer oración ante el Santísimo. 100 personas que viven la fraternidad, se conocen, conviven, trabajan de forma comunitaria, y a pesar de tener pocos recursos son muy generosos.
Creo que misionar nos ayuda a preparar meta para el conocimiento de uno mismo y a valorarnos como hijos de Dios. Pero aprendí que Dios vive en los más sencillos, ahí podemos ver y escuchar a Dios.
Oscar Borja Padilla
Que la bendición de Dios y la luz del espíritu santo llegue a todos y cada uno de las personas que hacen un cambio positivo en la vida de otras personas, llenando de esperanza y fe los corazones. Un saludo a la distancia