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"La Mohonera", pedacito del cielo...

Updated: Apr 19, 2022


Maru

En la parroquia de San Andrés Totoltepec, la misión de Semana Santa 2022 se realizó por el Grupo Juvenil Misionero Maranatha, en La Mohonera, una pequeña ciudad perteneciente al municipio de Chilapa, en el estado de Guerrero. El objetivo de esta misión fue vivir la Semana Santa con los sencillos, formando Iglesia.


Por otra parte, se trato de fortalecer la Sinodalidad en las comunidades, como lo propone el papa Francisco, dándole sentido al credo como testimonio de nuestra fe. En efecto, "Sinodalidad" es un término nuevo que expresa la identidad de la Iglesia como Pueblo de Dios en camino, en peregrinación hacia el Reino; subraya la dignidad común de todos los cristianos y afirma su corresponsabilidad en la misión evangelizadora.

La elección del estado de Guerrero se realizó con motivo de diversificar nuestras opciones, así como nuestra visión apostólica. Mohonera cuenta con unos 2500 habitantes, su lengua natal es el náhuatl. Sus habitantes son personas muy sencillas y con un gran corazón. Se puede decir que es un pueblo en el que Dios ocupa un lugar privilegiado.

En cada uno de los habitantes se puede sentir la presencia de Dios. Es una comunidad muy fraterna. Todos ellos se tratan como familiares. Los más pequeños tratan a los mayores como tíos, sin ser de familia directa. Eso me llenó de alegría, pues se puede sentir la cercanía entre ellos. Todos se conocen bien.

Cabe recordar que, en verdad, es una comunidad grande. Se siente la unidad entre ellos. Además, es una comunidad muy participativa y cooperativa, siempre dispuesta a apoyar en todo. A los misioneros, nos abrieron las puertas no solo de su casa sino de su corazón. Estaban muy alegres cuando llegamos a sus casas realizando el visiteo.

Tuvimos la oportunidad de compartir con ellos su forma de vivir. La gran mayoría de ellos se dedica a tejer cintas para realizar sombreros. Unas cuantas familias se dedican a la elaboración de los mismos. En el mes de octubre, casi todos se van a la cosecha de ejote. Toda la familia se va, el pueblo se queda prácticamente solo, pues todos apoyan en el trabajo.

El tema que se desarrolló fue la "Sinodalidad". El lema de la misión fue "Todos Juntos". Me sorprendió la asistencia a la pascua infantil, juvenil y de adultos, porque se llenaba el salón, y el ánimo y alegría con la que se vivieron los tres días fue genial.

En esos tres días santos, es decir, lunes, martes y miércoles santo, reflexionamos un párrafo del Credo: "Creo en la iglesia que es una, santa, católica y apostólica" aterrizándolo en la Sinodalidad. De verdad, el actuar de esa comunidad es un bello ejemplo de la unidad y de caminar juntos, como Iglesia. Todos volteemos a ver a La Mohonera, símbolo de unidad, de fe y de amor al prójimo.

Doy gracias a Dios por todo lo vivido en esta misión. Agradezco infinitamente al padre Joseph Mahamba por enviarnos; al padre Antonio Roman Bahena y al padre Arturo Cornejo por recibirnos y abrirnos las puertas de su parroquia. Mi agradecimiento se extiende a toda la comunidad de La Mohonera, por recibirnos en sus hogares y por permitirnos trabajar con ellos.


Finalmente, agradezco a los chicos del grupo juvenil Misionero Maranatha por su disposición y entusiasmo para llevar a cabo está misión. A continuación, algunos compañeros del grupo juvenil Misionero Maranatha, comparten su experiencia.


Maru Copado, laica asuncionista.


Experiencias de jovenes misioneros

Quiero compartir mi primera experiencia como misionero en la comunidad de la Mohonera en guerrero: La aceptación de la gente se vio desde que llegamos el primer día a la capilla.


Después se dio a resaltar la participación de adultos y niños que ni un solo día dejaron de llegar. La señora de la foto es Angela, originaria de la Mohonera y excelente maestra de la lengua náhuatl.


Quedo muy agradecido por todas las enseñanzas y conocimientos que me traje de ellos y el ver sus lágrimas que rodaban a la hora de despedirnos. Espero en Dios estar con ellos nuevamente el próximo año.

Leonardo Dionicio Pérez


Mi experiencia allá en la Mohonera fue muy bonita ya que toda la comunidad es muy unida y nos transmitían mucha felicidad y mucho amor.


Me quedo con la sonrisa de cada uno de ellos, y con la felicidad y el cariño que me dieron los niños, jóvenes y adultos.

Evelyn Barrientos Copado










Mi experiencia en la Mohonera ha sido una de las experiencias más bonitas en mi vida. Me gustó mucho compartir con toda la comunidad.


Nos dieron la oportunidad de conocerlos un poquito, nos brindaron un poco de su tiempo, nos abrieron las puertas de su casa y su amor. Son bendiciones que me llevo en mi corazón para siempre.

Jocelyn Barrientos Copado


Mi experiencia como misionera en la comunidad "la Mohonera", ha sido de las mejores cosas que me han pasado en la vida, el poder compartir momentos con las personas, aprender de ellos, de sus valores, ver cómo te abren las puertas de su corazón y de sus hogares.

No tengo palabras para agradecer tanto amor que nos brindaron desde el primer día. Puedo decir que estoy muy satisfecha porque al fin comienzo a descubrir un poco del propósito que Dios tiene para mi vida, el servir con amor al prójimo y compartir un poco de la alegría que Dios ha provocado en mí, además de que me ayudó a mi crecimiento personal, ya que supere ciertos retos que me permitieron salir de mi zona de confort y vencer mis miedos.

Abigail Corona Reyes

Mi experiencia en la misión fue increíble, agradezco a Dios permitirme vivir esta primera experiencia en la comunidad de La Mohonera, las personas son muy cálidas, unidas y sumamente participativas.


Agradezco enormemente el recibimiento y todos los aprendizajes que nos brindaron las personas de la comunidad, me llevo en el corazón cada momento que compartimos.

Denisse

Les quiero contar mi experiencia de mi prima misión en una comunidad llamada la Mohenera del estado de Guerrero. Esta comunidad es muy grande, pero a pesar de su extensión de terreno toda la gente se conoce y se tratan con mucho respeto. La comunidad nos recibió y nos trató como parte de su familia desde el primer día que llegamos.

En las actividades y dinámica que teníamos planeadas para ellos, se vio desde el primer día el compromiso y las ganas de saber más de Dios. De ellos aprendí que la edad no importa para alabar a Dios, que seamos niño jóvenes o adultos.


Además, para ellos esta semana santa es muy importante. Desde el jueves ponen su ofrenda para nuestro señor Jesucristo hasta el sábado de gloria que es la fiesta de resurrección ellos la festejan…

Sayra Reyes

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